miércoles, 13 de agosto de 2014

¡YO SOLITO!

¿ Cuántas veces oímos al día esta frase de boca de nuestros hijos o alumnos de escuelas infantiles?

Unas la oiremos muchas y otras muchas menos.

Las que la oímos muchas veces al día (me incluyo porque estoy en proceso de aprendizaje) tenemos un problema.

Sordera, miedo o prisa, principalmente.

La mayor parte de nuestros hijos harían más cosas de las que hacen por sí mismos, solamente con escucharles y dejarles hacer. Y esto es aplicable mucho más allá de la primera infancia, etapa de la que yo suelo hablar en este blog.

Convertirnos en "padres esclavos" (como he leído por ahí)... hacerlo todo por ellos es un error. Y doble porque, no sólo evitamos que nuestros peques experimenten,  aprendan y desarrollen habilidades además de reforzar su autoestima,  sino que nos sobrecargamos de trabajo y acabamos de los nervios... ¿verdad?

Empezar a cambiar el chip es fácil,  bastará con dejar que hagan cosas solitos como nos piden (obviamente siempre que no implique un riesgo físico importante para él o para los demás,  y siempre con nosotros cerca por si pide ayuda o debemos actuar).

Las maniáticas de la limpieza lo pasarán un poco mal, las miedosas también. .. pero... ¡veamoslo como una oportunidad para mejorar nuestras propias limitaciones!

Y creo que las vacaciones es un momento estupendo porque estamos mas relajados y tenemos más tiempo.

Un pequeño ejemplo que hemos vivido en casa esta misma mañana.

Me disponía a recoger el lavavajillas y tenía a mi hijo revoloteando alrededor tocandolo todo, esto un día de ajetreo, con prisas, hubiera acabado probablemente en un enfado... yo sacándolo de la cocina para que me deje recoger y él triste por ello.

Él me decía "yo solito mami" y yo asentí. Como las cocinas no suelen estar pensadas para ser utilizadas por los niños bajé el cajón de los cubiertos a su altura y colocó allí el cestillo de los mismos.

Así estuvo, solito, ayudando, aprendiendo,  clasificando,  FELIZ.

Y yo pude seguir recogiendo a mi ritmo, contenta de verle ensimismado en su nueva tarea, satisfecha de haberle dejado hacer.

Fue sencillo. Seguro que hay mil cosas que nos han pedido hacer (y que hemos negado o ignorado) y podemos probar. Y es que la casa es el escenario ideal para experimentar,  para probar, para imitar, para aprender. Lo tiene todo, aunque probablemente debamos adaptar las cosas a su tamaño. 

Algunas cosas que podemos (¿debemos?) dejar que los peques hagan por sí mismos:


En la cocina: amasar (masa de pan, pizza, galletas...), hacer zumo,coger y guardar sus utensilios de comida, poner la mesa, servir el agua...

En el aseo: peinarse, lavarse la cara, manos, dientes,  secarse, llevar la ropa sucia al cubo....


En su cuarto: estirar las sábanas,  tener el armario a su altura para que escoja la ropa/ calzado, escoger sus juguetes y recogerlos. ..



En la playa: llevar sus juguetes,  sacar y recogerlos, estirar su toalla, quitarse su ropa...



4 comentarios:

  1. Me encanta!! Claro que sí, tienen que experimentar por sí solos...

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    1. Sí, es muy importante. Ahora que tenemos tiempo estamos disfrutando mucho de sus logros diarios.

      besos

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  2. A mi también me gusta darles autonomía, porque muchas veces por falta de tiempo o cansancio de "yo acabo antes" no lo hacemos y es muy bueno para ellos experimentar por sí mismos. Así que cada vez hacen más cosas por sí mismos. En mi opinión, crecen con más seguridad en sí mismos y de forma autónoma. Un abrazo.

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