martes, 25 de marzo de 2014

DE CONCILIACIONES Y DESPERTARES

Nunca una despedida fue tan corta... ¡ya estoy aquí de nuevo! Y es que hoy necesito desahogarme...

Muchos sabréis, por mi estado de Facebook, que tengo al peque bastante malito y que sé qué padece gracias a la insistencia de unos padres primerizos a los que muchos tacharan de histéricos.
Digo esto porque, a pesar de pasar horas en urgencias y de hacerle radiografía,  nos fuimos para casa con una "garganta algo roja". 

Como buena mamá conozco a mi bebé.  Nunca había tenido fiebre alta (Sí,  se que es habitual es los niños, pero Tiago nunca había pasado de 39), llegó a 40, y no le bajaba.

Me fui el lunes a su pediatra, aún sabiendo que tal vez me diera el mismo veredicto pero...tenia que asegurarme. 

Y menos mal!

Infección en el pulmón. 

Así de grave y así de fácil.  La placa estaba muy mal sacada, pero llamó por teléfono al servicio de radiología y le confirmaron la sospecha. 

Antibiótico y a controlarlo mucho.

¿Y si no llego a ir al pediatra de nuevo? 

En fin... no lo dejaré correr porque pienso volver al hospital a relatarles lo ocurrido en forma de reclamación. Una sola llamada al radiologo de turno le hubiera dado a mi bebé tiempo para un tratamiento tal vez diferente o menos duradero, unas horas menos de sufrimiento por el malestar. ..y control, sobre todo control. 

El caso es que me encuentro con mi niño en casa y yo en el trabajo. 

Esto me produce:
- ansiedad
- agobio
- tristeza
- impotencia

Como poco.

No puedo dejar de trabajar y estar con él que es lo que quiero y deseo, y lo que debería de ser.
Por suerte su papá puede estar a ratos y tenemos a la abuela pero...no. Esa no es la solución. 

¿Cuál es entonces?

Que el sistema este de producción dejara de ahogarnos a los padres. 

Repito que yo tengo suerte porque papá tiene cierta flexibilidad laboral pero no es lo habitual.

Y no, no todo el mundo puede ni quiere emprender.

Por eso hay que humanizar el sistema.

Y esto empieza por dejar de creer:

- dejar de creer que tu hijo estará mejor ocho horas lejos de tí que contigo.
- dejar de creer que el trabajo es lo mas importante y que todo vale por mantenerlo.
-dejar de creer que somos irreemplazables en la empresa,  oficina... irreemplazables somos para nuestros hijos.
-dejar de creer que es un lujo trabajar 8 horas por 1000 euros (si llega)
-dejar de creer que los permisos de maternidad/paternidad, reducción de jornada, etc son unas vacaciones.  Así se pierde el respeto a los derechos.
-dejar de creer que existe la conciliación laboral-familiar.  Una subvención a la guardería (abierta 12h) no es conciliar.
-dejar de creer que los deseos de tu hijo y los tuyos están por debajo de los de tu jefe.

Cuando dejemos de creer lo que el sistema nos impone dejaremos despertar al corazón,  entonces estaremos cambiando.

La oportunidad de cambio llega cada vez que sentimos que necesitamos cambiar, pero hay que actuar además. Los pequeños gestos hacen el camino.

¿Te sumas al cambio?

¿Qué cambiarías para sentirte mejor en tu  trabajo? 

10 comentarios:

  1. Que frustrante. Al menos espero que se mejore pronto. Besitos.

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  2. Ánimo!!! Yo soy una afortunada, he podido dejar el trabajo para estar con mis hijas, y así no he tenido que sentirme como tu te sientes. Mucho ánimo, que se mejore... Y me encanta lo que dices, como enumeras lo que es importante y lo que no.

    Qué se podría hacer? Pues habría que dejar claro lo que tu dices aquí, pero deberíamos hacerlo todas. Eso que has enumerado deberían darlo a las mamás a la salida del hospital, o con la hojita de introducción de alimentos, para que lo grabemos a fuego en nuestra mente.

    A mi ahora la ansiedad ya me viene porque son ellas las que "trabajan" van al cole y eso me quita el sueño, y mucho...

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    1. Eva felicidades por haber sido valiente y hacer lo que realmente te pedía el instinto.

      Respecto a los coles...te entiendo. Ese es otro punto negro en el camino. ..

      un beso

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  3. Antes de nada decirte que me alegro de que tu peque esté mejor. No entiendo cómo los médicos se relajan y pasan tanto a veces.
    En cuanto a lo que comentas de la conciliación familia-trabajo estoy totalmente de acuerdo contigo.
    A mí me acaban de despedir después de 12 años en mi trabajo. ¿Porqué? Porque he tenido a mi segundo hijo. Cuando me quedé embarazada de mi primera hija fue un drama para mi jefe. Ni os imagináis lo que fue eso.
    A mi compañera le llegó la carta de despido cuando aún estaba de baja por maternidad. Obviamente fue un despido nulo. Pero después de tener a su segundo hijo la presión fue demasiada y aceptó el despido. Ahora me toca a mí. Hoy me han dado la noticia.
    Pero en el fondo estoy feliz. Voy a estar más tiempo con mi bebé y voy a perder de vista a unos jefes a los que prefiero no calificar.

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    1. Muchas gracias por compartir tu experiencia. .. desde luego no tengo palabras (al menos no palabras bonitas) para expresar lo que he sentido al leer lo que tu jefe hace con sus empleadas...

      pero comparto contigo el positivismo. .. ahora tienes tiempo para tus hijos, y si tienes paro puedes aprovechar el tiempo que te dure para abrirte camino por otros ámbitos y encontrar ingresos en un puesto que te permita ser feliz al lado de tus pequeños.

      Un beso fuerte

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  4. Yo tengo suerte en mi trabajo y la conciliación. Y mis hijos están ante cualquier cosa y mas un trabajo!!!
    Menudo susto, madre mia!!! menos mal que volviste al pediatra

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  5. Si, un susto. Aún está regular...

    Un beso!

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  6. ¿Cómo está el peque Ve? Un abrazo muy fuerte y decirte que la entrada es contundente y real, las cosas por su nombre :)

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    1. Gracias Lidia!!

      Afortunadamente se ha recuperado y está muy activo y contento como siempre. Ahora toca hacerle comiditas ricas para que recupere el peso perdido esas semanas...

      Un beso fuerte!!!

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