No huyas mamá. ...

El periodo de adaptación está siendo más difícil que otros años para mí y noto que se está resintiendo en la frecuencia con las que escribo el blog. 

Pido disculpas por ello y un poquito de paciencia,  no quiero sobre cargarme y hay que priorizar,  sé que lo entendéis.

Tiago está feliz en su clase con sus compañeros y su profe , pero los momentos en los que me ve por la escuela son muy difíciles de llevar.
Si a mi me duele verlo y no poder cogerlo y llevármelo para casa imaginaos a él que no está preparado para todo el ejercicio mental que supone asimilar que mamá trabaja allí,  que no le abandona,  que atiende a otros bebés porque es su oficio.... ufffff

Pero tengo unas buenas compañeras que nos ayudan a sobrellevarlo. ...ojalá pudiese evitar esta circunstancia pero.... todavía tengo que trabajar para pagar facturas. ..

El caso es que tengo un grupo de auténticos sopranos, lloran a voz en grito y lo estamos pasando  todos un poco mal, aunque ya parece que vamos haciéndonos todos a todo. Resignación mezclada con todo el afecto que puedo.

Cuando las familias dejan a sus pequeños no saben cómo actuar. 
Es curioso como parece que, al rebasar el umbral de la puerta del aula , pierden los derechos sobre sus hijos y no saben como actuar con naturalidad.  Te miran buscando en tu rostro aprobación a sus actos...no saben si deben dejarlos en el suelo, si darmelos en los brazos,  si pueden darles algun objetos,  su propio chupete. ... no saben que yo jamás les voy reprochar nada. Los padres son ellos.

Lo más curioso es Cómo gestionan el momento de la despedida.
La mayoría buscan el momento en que el niño no mira y se escapan rápida y sigilosamente,  tanto que no me doy cuenta ni yo.
Cada año,  en cada reunión previa a la incorporación me esfuerzo en explicar que deben despedirse y no huir pero siempre hay quien olvida la recomendación o no la toma en cuenta.
Supongo que es mejor irse sin verlos llorar, te sientes menos malvado pero no es bueno para tu bebé.

No debemos engañar a un hijo nunca. Es cierto que es muy pequeño para asimilar que tu marcha no es para siempre,  y los mil motivos que nos empujan a dejarle allí pero si puede saber si cumples tu palabra.
Y si quieres que tu hijo tenga seguridad en sí mismo es fundamental que esa seguridad se la proporcionen sus padres y figuras de apego.

No huyas, si te escabulles cuando el bebé  repare en que no estás sufrirá sensación de abandono, y esa sensación es mas dañina y profunda que irte tras una despedida.
Cuando estés preparada para dejarle despidete amorosamente,  dile cuando van a ir a buscarlo y quien y vete.

Es asi,  sin trucos , ni distracciones ni artificios. Es lo mejor.