Anoche papá y yo estábamos viendo una película española de finales de los 80.
Hay que ver como pequeños detalles pueden evocar numerosos recuerdos de forma intensa... los teléfonos fijos de telefónica (no conocíamos eso de la potabilidad aún), los servilleteros plásticos de los bares de esos que sacabas una servilleta que ni absorbía ni limpiaba ni nada, las latas de refresco, los envases del cola cao.... y entre comentario y comentario terminamos hablando de nuestra etapa escolar.
"¿tú crees que seguirán teniendo pizarra, tizas, pupitres...? " me preguntó.
La verdad es que hace mucho que no entro en ningún centro de primaria, pero tengo en frente del trabajo un instituto público con grandes ventanas y si, parece que todo sigue igual. "Qué va! seguro que ya todo es por pantallas digitales, tabletas. .." pues no.
"Yo nunca salía al encerado, ¿tu si?" A ver cuando me mandaban pues salía y contestaba el rollo que me preguntaba la profesora "Pues yo no. Siempre decía que no me lo sabía y muchas veces si que sabía la respuesta pero no me daba la gana."
Esas palabras me dieron mucho que pensar. Según me contaba mi pareja su único interés y motivación era que llegase la hora del patio y jugar al fútbol, que ers su pasión, y hablar con sus amigos. ¡Ah! y hacer los deberes de matemáticas.
Esto aún me hizo pensar más.
Por un lado cai en la cuenta de que la educación ha cambiado bien poco desde que las conocemos como institución. Vale, ahora ya no te dan con una regla en la mano ni te dicen eso de "la letra con sangre entra" pero sí se sigue abusando de dar la lección (leer en voz alta el tema de la editorial seleccionada) y hacer los ejercicios de la página tal y cual. Total que , los niños además de sus horas de clase siguen llevando horas de trabajo para casa. Como antes, sólo que ahora hay que sumar actividades extraescolares, que antes era algo elitista y extraño, hoy son casi obligadas.
Quisiera yo ver que a los adultos además de nuestras jornada laboral nos obligaran a hacer horas extras de trabajo, no remuneradas por supuesto. Y una hora de gimnasia rítmica (quieras o no, que el tutú rosa te sienta fenomenal).
Trabajo extra que consiste en leer y copiar, poco de experimentar, hacer, asimilar....
Por otro lado pensé en que cuántos niños y niñas, cuántos adolescentes se pierden dentro del sistema arcaico.
Niños, jóvenes que no contestan a propósito, que no demuestran sus conocimientos de la forma que se les pide porque no están motivados, no están interesados y no les dan alternativas. Dejan escapar sus capacidades (ya sea el interés por el deporte, la pasión por las matemáticas o la lectura) para hacer hincapié en aquellas áreas en las que no llegan a unos mínimos fijados desde un despacho en Madrid.
No aprovechan sus intereses, sino que machacan las supuestas carencias haciendo que el desinterés aumente y la pasión se aparte a un lado y, en muchos casos, quede olvidada al fondo de un cajón. ..
Yo no quiero ese sistema educativo para mi hijo. Tampoco lo quiero para el tuyo.
Este país tiene maravillosos profesionales atados a unos curriculos, unas normas y decretos obsoletos y rígidos .
Hay que cambiar el sistema. Hay que ampliar horizontes, perder el miedo a que los alumnos se levanten de la silla, que hablen, que ensucien, que opinen... Hay que potenciar sus intereses , partir de sus preguntas buscando juntos las respuestas. ...
Queremos una educación alternativa y respetuosa....
Pienso que no estoy sola en este sueño de una educación ideal, que muchas familias y profesionales sabemos que algo viene fallando en el sistema educativo desde hace tiempo y queremos cambiarlo.
Qué estarías dispuesto a hacer para que exista esta escuela ?
Participarias en actividades, formaciones, proyectos... y cómo se te ocurren?
Algo tengo en la mente pero , para llegar allí necesito más. ...a vosotros y vosotras! !
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