martes, 8 de julio de 2014

PREPARANDO UN NUEVO CURSO

¡Imperdonable! ¡del todo! Casi dos meses sin publicar un post...

A mi favor he de decir que el fin de curso me ha traído de cabeza, al margen de cuestiones personales que han requerido mi atención al 100%, las mamis - maestras me entenderán, seguro.

El caso es que ya ha pasado un curso entero, casi casi en un abrir y cerrar de ojos. Y, aunque a muchas no nos llegan las vacaciones hasta agosto, es momento de hacer balance. Para mí es uno de los mejores momentos del curso, por todo lo que sacas en limpio de ello. Es bueno y, considero, que necesario.

¿Qué hago yo exactamente? AUTOEVALUACIÓN

Primeramente cojo mi agenda, esa que compré el pasado julio y donde me marqué los objetivos para el curso presente y explico cuales he logrado, cuales no, cuales no han sido reales, cuales no procedían...
Pero escribo, escribo mucho, me extiendo todo lo que mi interior necesita y me pida.

 Lo siguiente que intento analizar es mi actitud. Aquellas que me han llevado a lograr el cambio hacia una educación más respetuosa, más afectiva, aquellas que han facilitado un buen ambiente en la clase, las que han ayudado a que las actividades sean exitosas.... Las escribo, las describo, las revivo para grabármelas a fuego, y,  por supuesto, también las que me han frenado en mi proceso, las que han provocado malas sesiones, situaciones de estrés, de estancamiento... para reconocer los errores, lo que no debo permitirme.

Por último repaso las actividades. Las exitosas y las que han sido un desastre , y en ambas trato de buscar el por qué del éxito o el fracaso.

Este es un gran ejercicio de reflexión sobre el propio trabajo, además de una herramienta maravillosa para planificar el próximo curso.

¿Por qué doy tanta importancia a mi actitud? Porque, después de muchos años fallando, trabajando a disgusto, etc me he dado cuenta de que, la mayor parte de situaciones de estrés de la escuela infantil, de las actividades desastre, de los días de griterío constante son por culpa de mi actitud. El trabajo hacia una educación respetuosa y desde el afecto parte de la actitud del adulto, somos responsables de nuestras actitudes,y de ellas y de lo que transmitimos  parte la base de nuestro trabajo.

Por ejemplo este año uno de mis objetivos era no gritar. No lo he logrado al 100%, pero he bajado muchisimo los decibelios, a consecuencia he logrado un grupo de niños que a penas alzan la voz. ¿Cómo lo he logrado? pues cambiando mi actitud en el 90% de las ocasiones, manteniendo la calma y sonriendo mucho.

Por supuesto hay actividades que me han ayudado a lograrlo, y también es bueno recordarlas y mantenerlas (como crear el rincón de soñar, que conocí a través de mi formación con la Pedagogía Blanca), pero lo esencial es la actitud.

Así que nada, os animo a probar, ahora que estamos preparando el próximo curso. 

¡FELIZ VERANO A TODOS!
Para mí es dar un pasito más allá de preparar simplemente unos contenidos conceptuales, de elegir unos objetivos del currículo. Para mí es ir a la esencia de nuestro trabajo. Porque todos queremos tener niños felices por encima de niños que se sepan todos  los colores a los dos años, construir torres de tres cubos al año o hacer encaje de bolillos, ¿verdad?





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