martes, 27 de agosto de 2013

NO QUIERO QUE MI HIJO SEA UN BECERRO

Cuando te reúnes con otras mujeres con las que compartes la forma de ver la maternidad, al margen de las singularidades de cada una evidentemente,  surge una magia.

Una magia de unión silenciosa,  de comprensión y dulzura. ..¡aunque tal vez en ese momento podamos estar diciendo lo mayores disparates! La magia está presente.

En una de esas reuniones de tribu, de comadreo o como se quieran llamar surgió una conversación, de esa conversación una reflexión y de la reflexión un post. Para que reflexionemos todos.

¿Por qué apostar por una crianza con respeto? 

Hay mil respuestas posible.
Hay mil respuestas válidas.
Hay mil matizaciones a las mil respuestas.

Yo misma no puedo dar un único argumento,  me resulta imposible.  Aunque eso de elegir una respuesta nunca ha sido lo mío. ..mi color favorito,  mi canción preferida,  el animal que más me gusta...ni idea. Depende del día,  del año,  de la hora. ..que se yo!

Pero si me obligan,  si sólo puedo elegir una respuesta es esta:

NO QUIERO QUE MI HIJO SEA UN BECERRO

Siento herir sensibilidades pero a veces hay que ser clara.

Ya alguna vez he hablado de la crisis de valores de nuestra sociedad,  pues bien, si yo pretendo una sociedad mejor hay que mejorar la base, la raíz,  el corazón.  Es decir: la infancia.

¿Qué pasa con la infancia?  Muchos errores hemos cometido para que haya una escasez de valores y una sociedad que no se atreve a alzar la voz y pelear por su propia felicidad.

Quiero que mi hijo (y los que caen en mis manos) sepa lo que quiere y sepa pedirlo, sin hacer daño al otro, sin ansiedad, sin miedo,  con seguridad. ..
Quiero que mi hijo sepa elegir.
Quiero que sepa gestionar sus emociones. Quiero  que sea feliz.
Si quiero un niño feliz es que quiero un adulto equilibrado.
Y sí,  creo que para lograrlo debo dejar que desde que nace tenga derecho a ser respetado, a comer cuando tenga hambre,  a beber si tiene sed, a llorar si se hace daño, a pedir brazos, a no hacer lo que no le gusta porque alguien diga que "es asi" o "porque lo digo yo"....


Estoy cansada de ver cómo nos empeñamos en tener hijos obedientes,  que no griten, que no se ensucien,  que no cuestionen...en vez de tener hijos seguros de sí mismos,  hijos con personalidad propia...no, parece que no se puede salir del tiesto.

Si un bebé come todas las frutas menos una y en la escuela cada lunes hay esa fruta ¿es lógico que le obliguemos a comerlo con la banda sonora de fondo de "a mi no me heches pulsos!"?

Si nuestro bebé no quiere dar un beso a un perfecto desconocido que nos acaban de presentar ¿es lógico que la tía de turno, la abuela o quien sea le acuse de "mal educado" por ello?

Mi propósito (uno de ellos) con Tiago y con los peques que tengo este año es dejar de imponer, dejar de no razonar.

¿Qué otras situaciones has vivido tú que pretendan doblegar la voluntad de un niño?

8 comentarios:

  1. Tienes mucha razón, y es una de las cosas que a mi más me cuesta, y que por suerte, voy abordando cada vez mejor. Cuando hacen "jaleo" los peques a veces me pongo nerviosa, y mi pareja me dice: "No es escandalo lo que hacen, son niños, Lidia, y se divierten" En cuanto a cuestionar, el mayor desde que es un retaquillo es muy muy curioso. No me disgusta. Pienso que en la vida es mejor tener inquietudes. Nosotros en casa les damos libertad a los niños, pero también tenemos algunos límites en relación a lo que es el respeto y la diversidad y rutinas, que, aunque no estrictas, nos ayudan mucho en el día a día. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un trabajo dificil criar respetando pues no nos han edcuado con el ejemplo (al menos a la mayoría) y nos persiguen esos "porque lo digo yo" "déjalo llorar que no le pasa nada" "me toma el pelo" etc. La creencia de que un niño tiene esa capacidad oscura y malvada de querer constemente retarnos nos lleva a una lucha de ver quién puede más.
      Por suerte, estamos cambiando y estamos para ayudarnos. Y claro que hay que poner unos límites, obviamente no vamos a dejar que el niño se nos tire por la ventana! ;)
      Mandamos besos a Noruega!!

      Eliminar
  2. Que foto mas linda la de ese pequeño con dos dientitos y que de acuerdo estoy contigo, educar hombres y mujeres libres a tráves de una crianza respetuosa no es fácil pero sé que al final le haré un enorme bien a mi hijo al no meterlo al margen de reglas sin sentido real, la paciencia nunca había sido mi fuerte pero este pequeño me esta ayudando aunque creo que mi principal reto es permitir que tenga sus propios conflictos sociales y no entrometerme en ellos
    un saludo
    http://unamadreunhijo.blogspot.mx/

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, ese bichito de dos dientitos era mi bebé este invierno...ahora tiene una dentadura que aterra!!! jajaja

      ¡La paciencia es un arte! y como tal, aunque hay quien la trae trabajada "de serie", todos podemos practicar y cada vez lo haremos mejor. Casi todas nos damos cuenta de lo pacientes que podemos ser cuando nos convertimos en mamá, porque el amor nos da la llave a las reservas de paciencia del planeta jejeje

      gracias por tus palabras, besos

      Eliminar
  3. rebe, mamá de mateo31 de agosto de 2013, 18:07

    ay Ve!! que razón tes...e cánto nos costa como nais e educadoras, pero ánimo!! gracias por este post...pensarei en él a cada momento...eu tampouco quero un borrego e a verdade é que dende un principio así o decidimos, Mateo é un neno que sabe o que quere, sabe pedilo e faise entender (ás veces iso acaba con nós) pero aí está!!! iso é o que queremos...gracias!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es una forma de crianza más dificil de lo que parece, verdad? Desde fuera puede creerse que somos permisivas hasta limites insospechados, que dejamos hacer sin más y no saben la de cosas que nos planteamos!!!!!
      Animo a vosotros y que Mateo logre crecer y ser un adulto equilibrado.

      mil besos

      Eliminar
  4. Uff!! Diria tantas!

    Trabajo en una escuela infantil privada y veo de todos los colores...
    Quizás lo que más me molesta es el hecho que quieran ganarse el respeto de los pequeños con disciplina y no con el ejemplo, sin respetar sus intereses u opiniones.

    ResponderEliminar
  5. Si. Es algo que parece grabado a fuego "haz lo que te digo y no lo que yo hago".

    Besos

    ResponderEliminar

Coméntame lo que quieras, sólo recuerda ser respetuos@